
Viernes 5 de Septiembre de 2025
El reconocimiento destaca sus 35 años dedicados a la docencia y la investigación, el fortalecimiento de la carrera, además de la formación de profesionales conscientes del impacto social de su labor.
El premio Sergio Larraín García-Moreno, que cada año destaca a los arquitectos y arquitectas que aportan desde la academia o la investigación al desarrollo de esta disciplina, fue entregado al decano de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Central, Uwe Rohwedder.
En una emotiva ceremonia que cerró el mes de la Arquitectura y la conmemoración de los 83 años desde la creación del Colegio de Arquitectos de Chile, se premió a ocho profesionales del gremio por el aporte de su trabajo en distintas áreas como la tecnología, el sector público, patrimonial o gremial.
"Son más de 35 años dedicados a la docencia y a enseñar bien, a entender los alcances inmensos que tiene nuestra hermosa profesión en tantas dimensiones, pero siempre fue prioritario la lealtad con los otros. A ellos, los otros, es que debemos dar calidad de vida, alegrías, y ese espacio para desarrollar sus talentos, ver crecer a sus hijos, encontrarse con quien eres familia; en fin, encontrar lugares en la ciudad que nos lleven a ese simple encuentro, abrazo, conversación o contemplación del paisaje”, afirmó el decano en su discurso de agradecimiento.
Uwe Rohwedder comenzó su decanato en nuestra universidad en 2024, liderando nueve carreras y promoviendo la interdisciplina entre ingeniería, geología, astronomía y arquitectura. Antes, fue profesor titular en la Escuela de Arquitectura desde 2008. En 2019 asumió como director de las carreras de Arquitectura y Arquitectura del Paisaje, y profesor guía de tesis y proyectos de título.
Entre sus logros cuentan la acreditación internacional de Arquitectura en el Royal Institute of British Architects y de Arquitectura del Paisaje en la International Federation of Landscape Architecture, posicionándolas con alto estándar.
“En esto de pertenecer a la academia, sigue siendo muy importante ponerle oreja a la gente, al pueblo, eso nos hace virtuosos; y seguramente muchos de los que estamos acá son de esta, u otra generación, que quisieron o quieren cambiar el mundo. En sueños vale la pena esa lucha diaria de hacer bien las cosas, para que esa gente y los otros puedan vivir un poco mejor”, recalcó.